miércoles, 28 de agosto de 2019

Traidor, inconfeso y mártir




Para introducir algo “antiguo” entre mis lecturas “modernas”, me voy hasta las páginas de Traidor, inconfeso y mártir, de José Zorrilla, fabuloso ejercicio teatral que mezcla una historia fascinante con una versificación musical, ágil y atinada.
El protagonista no es, desde luego, un simple “pastelero de Madrigal”, sino el desaparecido rey portugués don Sebastián, tan llorado, tan esperado por nuestros vecinos lusos. José Zorrilla, con la brillante habilidad que siempre desplegó en sus páginas, nos deja evidentes muestras (majestad en el porte, tono en que habla, modales que despliega) de que Gabriel Espinosa no es quien afirma ser, sino que es la personalidad fingida tras la que se esconde el monarca que falleció en la batalla de Alcazarquivir, pero al que algunos rumores populares consideraban vivo. (Recordemos que en el archivo de Simancas se conservaban los papeles del llamado “Proceso del Pastelero de Madrigal”, que fue declarado secreto de Estado por el duque de Lerma y que no pudo ser estudiado hasta mediados del siglo XIX, lo que sirvió para afianzar la leyenda).
He disfrutado muchísimo con su lectura, con la alteza de sus parlamentos y con la tensión de su tráfago de personajes. Y, como colofón, añadiré que tanto Gabriel Espinosa (el pastelero-rey) como Aurora (su “hija”) están dibujados con un primor psicológico de tal calibre que los vuelve personas.
Formidable texto, sin duda.

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