miércoles, 14 de agosto de 2019

La Mitología contada a los niños




Me sorprenden varias cosas en este volumen titulado La Mitología contada a los niños, de Cecilia Böhl de Faber (que firmaba como Fernán Caballero), que publica el sello Irreverentes. La primera es el tono (léxico, ideológico) del que se vale la escritora decimonónica (nacida en Suiza y muerta en Sevilla) para dirigirse a los presuntos receptores de la obra. Dudo que exista niño en la actualidad (o que lo hubiese en su tiempo) capaz de comprender el elevado registro manejado en sus páginas. El segundo detalle que llama mi atención es el desdén continuo que la escritora manifiesta por el mundo cultural que representa la mitología, en nombre de un torticero uso de sus ideas religiosas: todo lo que aparece en los mitos clásicos son falsedades, absurdos e insensateces… cuando los compara con la rutilante religión católica. Así, nos habla de los griegos como “espíritus extraviados” (p.16), que cultivaron una religión “disparatada, descompuesta y hasta criminal” (p.16), “que carecía de todo destello divino” (p.31), llena de “ridículas divinidades” (p.37) y que constituía un “falso, ridículo y degradante paganismo” (p.91). ¿Para qué molestarse entonces en explicar estos episodios y los hechos de estos personajes legendarios, sabiendo que los niños quedarán contaminados por la inmundicia del error teológico?
Por suerte, hay también detalles que salvan el esfuerzo de la lectura, bien sea por algunos detalles humorísticos (nos dice que Saturno se engullía a cada uno de sus hijos varones “como si fuera un merengue”, p.19) o por los ribetes esperpénticos de su pudor (hablando de Príapo, elude toda mención a sus ostensibles atributos genitales y lo despacha diciendo que presentaba “una fealdad espantosa”, p.59).
Pero en conjunto, seamos sinceros, esto no pasa de ser una obrita de tercera fila, tanto desde el punto de vista erudito como desde un enfoque literario.

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