lunes, 23 de marzo de 2020

Las moscas




Aprovechando estos días de cuarentena por el dichoso coronavirus vuelvo a libar en las páginas de Jean-Paul Sartre, al que hace bastante tiempo que no volvía (lo leí mucho durante mi época universitaria, antes de conocer a Albert Camus, que me parece superior). Y lo hago con su obra Las moscas, la célebre pieza de inspiración clásica en la que Orestes vuelve a Argos y, sin haberlo planificado de forma consciente, cumple su terrible destino de venganza, matando a su madre Clitemnestra y a su feroz padrastro Egisto. Humanamente solo, épicamente solo (ni siquiera su hermana Electra respalda su gesto, aunque lo incitó a ejecutarlo) se libera de los dioses al haber elegido su propio camino.
Pieza hermosa y desgarrada, que me devuelve la dicción existencial del filósofo francés y que me recuerda cuánto me gustan las recreaciones de los mitos clásicos en cualquier formato (novela, teatro, poesía).
Anoto dos frases que me parecen notables en la obra: “Nuestro deporte nacional: el juego de las confesiones públicas”. “Hay muertos que se adelantan a la cita”.

1 comentario:

La Pelipequirroja del Gato Trotero dijo...

Créeme si te digo que la leí hace treinta años y...no recuerdo a penas nada. No voy a pedir perdón ni a fustigarme, ya lo reeleré 😁💋