domingo, 8 de marzo de 2020

La caligrafía secreta




Cuando se lee el libro de un autor y te gusta; y se repite con otro y te gusta; y se ejecuta una tercera aproximación y te sigue gustando, es inútil resistirse a la palmaria evidencia: es uno de los tuyos. En el fondo, sin que el lector suela planteárselo de una forma racional, las expediciones que realiza por el mundo de la literatura no tiene otro objeto que ése: encontrar a sus dioses. Es decir, recorrer la selva, soportar las picaduras de los mosquitos, enfrentarse a tormentas, subir por acantilados, domeñar cascadas, permanecer despierto en la noche horadada de ruidos y, al fin, llegar a la explanada donde se yergue un templo y prosternarse ante él, con felicidad y gratitud.
Vuelvo a César Mallorquí y me sumerjo en las páginas de La caligrafía secreta, donde se me propone una aventura llena de nieblas que transcurre en el año 1789, en la Francia que está a punto de ver estallar la Revolución. En ella, el prestigioso calígrafo don Lázaro Aguirre, acompañado por su sobrina Mariana, por su fiero ayudante Tértulo y por su aprendiz Diego, se desplaza hasta París, reclamado por su antiguo discípulo Miguel, a cuyas manos ha llegado un documento rarísimo y de capital importancia. Espoleado por el cariño que siente hacia Miguel (y también aguijoneado por la curiosidad), don Lázaro indagará como un detective para encontrarlo: visitará tabernas, interrogará a hospederos, acudirá a las fuerzas del orden… Pero lo que ninguno de los cuatro españoles podía imaginarse es que se están acercando peligrosamente al centro de una diana en la que sus vidas no valdrán un ardite. Esoterismo, intrigas palaciegas, magníficas descripciones (políticas, económicas y sociales) del mundo prerrevolucionario, tiroteos, secuestros, emboscadas, cementerios profanados y traiciones constantes espolvorean una novela que resulta imposible abandonar una vez que se ha empezado.
¿Es César Mallorquí uno de los grandes de la novela juvenil? La pregunta resulta innecesaria: sí. ¿Acaso el más grande? Probablemente. No se priven del placer de comprobarlo por sí mismos.

1 comentario:

La Pelipequirroja del Gato Trotero dijo...

Cuando un autor me atrapa con sus tres primeras novelas, mucho se ha de torcer la cuarta (en adelante) para que no me convierta en fiel lectora y admiradora 😁
Tomo buena Nota.

Besukis 💋💋💋