El mundo
de Hollywood era bien conocido por Vicente Blasco Ibáñez, sobre todo porque
algunas de sus obras (Los cuatro jinetes
del Apocalipsis, Sangre y arena,
etc) fueron convertidas allí en películas de reconocido éxito, con
protagonistas como Rodolfo Valentino y otras rutilantes estrellas del momento.
De ahí que cuando nos adentramos en las páginas de esta novela sintamos que
fabula sobre algo que debió de conocer bien.
La
protagonista es Betty, una muchacha que, después de haber pasado por una
infancia complicada y una juventud llena de trabajos variopintos, encuentra en
el cine la oportunidad para convertirse una persona rica y famosa. Pero una
peluca rubia (perennemente instalada en su cabeza) la convierte en pantalla en
un ser bien distinto al que camina por las calles o se recuesta en el sofá de
su casa. Algo en su interior le grita que no es feliz, que no ha conseguido
encontrar el equilibrio que da la dicha. Y cuando se acerca a los cuarenta años
y tiene a sus espaldas un espinoso camino de fiestas, divorcios y vaciedades,
decide emprender un viaje por un país que siempre ha querido conocer: España.
Sentada en el tren, sin su peluca dorada, es una mujer sin más. Bonita, pero
aproximándose a una madurez que no sabe cómo encajar. Y el joven que se sienta
frente a ella y que comienza a hablar le va a permitir aprender algunas cosas.
Elegante
y segura de sí misma, la prosa de Vicente Blasco Ibáñez indaga aquí sobre el
éxito, la felicidad y el paso del tiempo, tres vectores que a veces tiran del
ser humano en direcciones opuestas y que lo desgarran íntimamente.
1 comentario:
Bueno profesor, pues no hemos coincidido en obra pero si en autor; llevo dos semanas releyendo a Blasco Ibáñez y ya van cuatro novelas 😁
De esta tengo un recuerdo más vago, aunque la tengo en casa, habrá que releerla también.
Besos.
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