Nuevamente
al lado de Jorge Luis Borges, de quien releo las conferencias que se incluyen
en el interesante tomo Siete noches
(Fondo de Cultura Económica, Madrid, 1985), con epílogo de Roy Bartholomew.
Sigo pensando que el maestro argentino es uno de los más grandes estilistas de
nuestro tiempo; aunque en este caso (lo confesaré con rubor) me ha fatigado un
poco. Entiendo que una cultura tan descomunal como la suya tiene que brotar de
modo espontáneo, pero aquí he tenido la incómoda sensación de que no lo estaba
escuchando a él, sino que asistía a un espectáculo en el que veía cómo el
narrador amontonaba voces y voces superpuestas, que sepultaban la suya. ¿Por
qué abusa tanto aquí de las citas, cuando poseía una voz tan admirable? Es una
modestia ampulosa (no son unos términos incompatibles) que no alcanzo a
explicarme. Con todo, sigo admirando al viejo maestro como el primer día.
Anoto las
frases que he subrayado en el tomo: “No estoy hablando con todos ustedes sino
con cada uno de ustedes”. “Cada uno se define para siempre en un solo instante
de su vida”. “Los sueños son la actividad estética más antigua”. “En el
desierto se está siempre en el centro”. “Hay personas que sienten escasamente
la poesía; generalmente se dedican a enseñarla”. “Alfonso Reyes, el mejor
prosista de lengua castellana en cualquier época”. “El mayor poeta español,
fray Luis de León”.
1 comentario:
“En el desierto se está siempre en el centro"...como me ha gustado esta frase, me la tatuaría sino me estimara tanto mi piel 😉
Besitos 💋💋💋
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