Durante
varios días, a saltos, me he entretenido con el volumen Cuadernos de La Romana, del gallego Gonzalo Torrente Ballester
(Destino, Barcelona, 1975), que me ha gustado en gran medida. A veces flojea,
claro, como siempre ocurre cuando alguien habla con nosotros desde la urgencia
periodística; pero no es menos verdad que suele dar en el clavo con sus
ocurrencias, ironías y razonamientos.
Resulta
curioso que no me sienta demasiado
atraído por sus novelas, y que en cambio me satisfaga su estilo prosístico.
Misterios de la literatura. Quizá debería perseverar en él.
Anoto las
frases que me subrayado en el libro: “Tomar partido es injusto, porque se
desprecian las razones del otro”. “Pienso que lo más difícil que hay es pasar
por la vida sin elegir un papel y sin representarlo”. “En España no tenemos
inventores porque no se desarrolla la imaginación de los niños”. “Encuentro
odioso citar a nadie cuando la respuesta razonable está al alcance de
cualquiera”. “Difícilmente un hombre malo es idealista”. “Somos tantos ya en el
mundo que el aislamiento es el paradójico resultado del número excesivo”. “Los
místicos han dado siempre miedo a las iglesias”.
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