lunes, 29 de julio de 2019

De mutuo acuerdo




Para cualquier disciplina artística (pintura, escultura, poesía, música, baile) se puede disponer de buena voluntad, invertir elevadas dosis de trabajo y sacrificar tiempo y dinero con el fin de obtener resultados. Es tan posible como plausible. Pero ninguno de esos ingredientes garantiza que pueda alcanzarse el éxito o la excelencia, porque el talento no es democrático. Se tiene o no se tiene. Es así de sencillo. No se trata de crueldad, de altanería, de jactancia o de soberbia: es un hecho.
Y Diana de Paco Serrano, cuando se pone a escribir teatro, dispone de talento. Es un aroma, una fluidez, una solidez que se perciben desde la primera página y que impregnan sus textos inequívocamente. La forma en que hace moverse a sus personajes, el modo en que hablan, sus reflexiones, los giros argumentales, todo está calibrado a la perfección para que la maquinaria escénica ruede y convenza. Y lo volvemos a comprobar en De mutuo acuerdo (y otras obras menudas), que le premió y publicó el sello Irreverentes. Nos encontramos allí con hombres débiles a quienes sus esposas han exprimido y engañado, a adolescentes que viven enganchadas a sus teléfonos móviles y que los utilizan como oxígeno, a extraños hipocondríacos que se entusiasman al contratar un seguro médico, a amigas maduras que en realidad se odian y se desprecian, a ninis espléndidamente retratados como metáfora del mundo en que vivimos… Y, llegados al final, esa delicia titulada Lapidarius, donde los personajes cervantinos de don Quijote, Sancho y Dulcinea quedan transfigurados y modernizados en un entorno psiquiátrico.
Costumbrismo irónico, señalamiento de las lacras eternas del ser humano, melancólico sentido del humor… Diana de Paco Serrano juega espléndidamente sus cartas para dejarnos un amargo sabor de boca y un insuperable retrato de nuestro tiempo. Como siempre.

1 comentario:

Juan Soriano dijo...

Totalmente de acuerdo. Gracias Rubén, desde este incondicional y apasionado seguidor del Teatro y el evidentisimo talento de Diana de Paco.