En
ocasiones, los viajes intrascendentes pueden desembocar en situaciones que se
tiñen de un color inesperado para sus protagonistas. Es lo que sucede en la
novela Una investigación laica cuando varios componentes de la Ertzainza
se desplazan hasta Fuenrota, un pequeño pueblecito de la provincia de Burgos,
para ayudar a uno de ellos a que vacíe la vieja casa familiar. El anterior
propietario, José, fue asesinado en el año 1993, sin que jamás se descubriera
al culpable; y los agentes, al comienzo de una forma superficial y después con
verdadero ahínco, se obstinan en arrojar luz sobre los hechos, pese a ser
conscientes de que en aquella aldea carecen de toda jurisdicción.
Poco
a poco, van apareciendo los nombres de los posibles sospechosos, a los que van
aproximándose, interrogando y descartando, mientras un temporal de nieve (que
de pronto adquiere dimensiones espantosas) los deja aislados. Ahora sí que
disponen de todo el tiempo del mundo para rastrear las pistas, que son mucho
más abundantes de lo que al principio podían haber pensado.
La
última narración de Laura Balagué, fiel a los mecanismos del género, nos va
llevando de hipótesis en hipótesis de una forma rápida, y nos facilita posibles
móviles y posibles culpables, hasta que llegamos (casi en el borde del
precipicio) al sorprendente y doloroso final de la obra.
Si esta Navidad nieva, la ambientación para su lectura será impecable.
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