Giacomo
Casanova, seductor impetuoso e infalible que puso en jaque a las mujeres de
toda Europa. Giacomo Casanova, aventurero intrépido que logró fugarse de las
emboscadas más inverosímiles e incluso de su prisión veneciana. Giacomo
Casanova, farsante, vividor, jugador, diplomático, escritor y músico (aparte de
otras ocupaciones, casi siempre ocasionales o espurias), fue uno de los
personajes más famosos de su tiempo. Pero cuando el austríaco Arthur Schnitzler
se aproxima a su figura es ya un hombre otoñal, que languidece hacia la
senectud sin remedio, aunque su orgullo lo impele a resistirse. De ahí que esta
novela (esta deliciosa novela) quede perfumada de una cierta melancolía, de un
cierto aire de derrota, de un aroma inequívoco a erosión. Hospedado por su
antiguo amigo Olivo, al que ayudó económicamente con ciento cincuenta ducados
de oro cuando decidió casarse (Casanova había probado antes las mieles sexuales
de la novia), descubre en su casa a la joven Marcolina, tan bella como
inaccesible (la chica no piensa más que en el estudio de las matemáticas); y se
ilusiona (se obceca, sería más exacto decir) con la idea de convertirla
en su última amante. Al mismo tiempo, una carta que le llega desde su ciudad
natal, le informa de la condición que deberá cumplir si quiere regresar a ella,
para pasar allí sus últimos años: convertirse en espía a las órdenes del Gran
Consejo. Si desea alcanzar el éxito en ambos propósitos (la seducción de la
angelical Marcolina y el retorno impune a su patria), Casanova no tendrá más
remedio que plegarse a dos inicuas bajezas, cuyos detalles estremecen al
lector.
Siempre
admirable, Arthur Schnitzler nos invita a navegar por los territorios de la
claudicación, del bochorno y de la ruindad, que el decrépito libertino asumirá
con sencillez, pero que terminarán acongojándolo cuando se tumbe en su cama, ya
instalado en Venecia, y el silencio de la noche no le permita seguir
mintiéndose.
Otra maravilla narrativa del vienés Schnitzler, que no se convertirá en mi última aproximación a sus libros.
1 comentario:
Lo agendo para leer en Enero, muchas gracias por la reseña.
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