sábado, 24 de septiembre de 2022

Pura pasión

 


Probablemente, existen diferentes formas de amor. O, dicho con más exactitud, personas que perciben y viven el amor de modos distintos: con serenidad, con arrebato, con obsesión, con miedo, con sorpresa, con gratitud, con alborozo. Nadie (nadie con sentido común) puede sentirse capacitado para determinar cuál es el modo más “adecuado” o más “normal” (perdón por los adjetivos) para definir una emoción tan embriagadora, tan envolvente. La escritora francesa Annie Ernaux (Lillebonne, 1940) nos ofrece en su libro Pura pasión (que traduce Thomas Kauf para el sello Tusquets) una historia delicada y fogosa a la vez: la intermitente relación erótica que mantuvo con un diplomático casado, que venía de un país del Este. Ella, profesora y divorciada (sus hijos ya estaban estudiando en la universidad), convierte las llamadas y visitas de este hombre de ojos verdes en el acontecimiento sobre el que gravita (o alrededor del cual gira) su existencia. Nada le importa sino pensar en él: camina por las calles y rememora su voz; contempla escaparates de ropa y piensa en cómo aceptaría él esa lencería o esa falda; visita museos y piensa en la relación entre las pinturas y esculturas contempladas y el cuerpo de su amante.

Ahora, años después de haber vivido aquella tormentosa posesión anímica (casi una abducción), la escritora compone estas páginas, que tienen un inequívoco aroma autobiográfico. En ellas trata de capturar el aroma de aquellos días, el fulgor nervioso de aquellas esperas, el vacío y la plenitud, la aceptada e incluso amada dependencia. Rechaza, eso sí, que estos párrafos deban ser considerados como una forma de exhibicionismo, porque el exhibicionista “solo tiene un deseo: mostrarse y ser visto en el mismo instante” (p.41), mientras que ella expone las emociones, las llagas, los esplendores, los bochornos y los éxtasis que tuvieron lugar en un pasado que comienza a difuminarse.

Obra interesante y breve, hecha de fuego frío (admítaseme el sintagma), que se lee en apenas una tarde.

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