viernes, 13 de septiembre de 2019

Los caminos perdidos




Vive (o mejor, sobrevive) en Londres, donde acaba de ser abandonado por Helen, con quien había compartido sus últimos años. Pero una llamada telefónica de su tía Milagros le hará recapacitar y volver al pueblo de origen, Allún, donde tendrá que enfrentarse a los antiguos demonios familiares de una estirpe dominada por la tristeza, el horror, la melancolía y las desgracias: estrecheces económicas, traumas derivados de la guerra, fallecimientos prematuros, soledad…
Preguntando y escuchando a diversos miembros de su familia, el narrador irá descubriendo los infinitos mimbres que se trenzan en su historia. Y comprenderá que ha llegado el tiempo de exorcizar esos demonios para que las almas de sus ancestros descansen por fin en paz.
En esta novela, espléndidamente escrita y narrada, Pedro Francisco Almaida nos entrega un ramillete de historias que, conservando cada una de ellas un espíritu propio (y sus curvas, anécdotas y altibajos emocionales), se entrelazan entre sí para conformar una malla creíble, sólida y que refleja muchas décadas de la España del siglo XX. Añadamos la elegancia psicológica con la que aborda la disección anímica de los personajes, que los convierte en figuras de cristalina complejidad. Añadamos los abundantes simbolismos que el autor introduce en los nombres (Juana Valiente, María Esperanza, Amador, Anita Voluntad, Cándida, Milagros) y en los emplazamientos (den la vuelta al nombre “Allún” y refresquen su latín). Añadamos la eficaz forma en que Almaida refleja el habla popular en sus páginas… Con esos ingredientes (y con otros muchos que dejaré descubrir a los futuros lectores del libro) no es extraño que el licor que brota de la coctelera resulte tan embriagador.
No lo duden: Los caminos perdidos puede ser uno de los libros de la temporada.

1 comentario:

La Pelipequirroja del Gato Trotero dijo...

Me hablas de un ramillete de historias y con lo que me va a mí un relato, no me puedo negar ¡Y lo sabes! 🤗

Besitos 💋💋💋