miércoles, 25 de septiembre de 2019

Flores de plomo




Conocemos los hechos literarios e históricos, por haberlos leído en prólogos y en artículos especializados: la animadversión que Mariano José de Larra provocaba en amplios sectores de la sociedad de su tiempo; sus amores con Dolores Armijo, mujer casada que se distanció de él paulatinamente; su frustración por no ser capaz de influir en la España del primer tercio del siglo XIX; la pistola con la que se quitó la vida en febrero de 1837; el pasmo de su hijita Baldomera cuando encontró el cadáver; los versos que leyó el joven José Zorrilla mientras el cuerpo de Larra era introducido en el nicho…
Pero a ese cúmulo de datos le faltaba la temperatura, la narración emocionada y lírica, el buceo en las almas de los protagonistas. Y ahí es donde entran las páginas de Flores de plomo, una novela de Juan Eduardo Zúñiga fabricada con teselas y filigrana, con sintaxis prodigiosa y detallismo embriagador. En los cuadros que componen el relato nos encontramos con figuras históricas reconocibles y con anónimos figurantes: Mesonero Romanos, mintiendo a Larra para ahondar en la tortura de su alma; Dolores y su cuñada María Manuela, que atraviesan las calles donde alborotan, gritan obscenidades y beben sin mesura centenares de personas vestidas de máscaras de carnaval; la esposa del ministro don José Landero, que llora con demasiada emoción la muerte del periodista; el sacristán de la iglesia donde está expuesto el cadáver, que permite una visita anómala a sus restos; un zapatero republicano, que sospecha que el aparente suicidio pueda ser un crimen de los reaccionarios; Felipe Trigo, que recuerda a Zorrilla y a Larra bastantes años después…
Un recorrido bellísimo, duro, espléndidamente documentado y ambientado, por una España y unos escritores que han quedado en los libros de Historia y de Literatura.
Delicado e inmejorable.

1 comentario:

La Pelipequirroja del Gato Trotero dijo...

Si es que el cotillismo me puede, me da igual Larra que la vecina de enfrente, si puedo enterarme de chismes, allá que voy 😆

Besitos 💋💋💋