jueves, 30 de enero de 2025

Querida amiga

 


He leído poco, pero siempre con mucho agrado, a Marina Mayoral; así que era cuestión de tiempo que decidiera abordar otra de sus obras. Y lo he hecho con Querida amiga, una fascinante colección de relatos epistolares que publica el sello Alfaguara, traducidos del gallego por la propia escritora lucense. Como no podía ser menos, el resultado ha sido magnífico: una absorbente mezcla de prosa elegante, amenidad, buen humor, reflexiones notables sobre el alma humana y ciertos hilvanes que, de forma graciosa y hábil, unen algunos relatos entre sí.

Con un espléndido buen pulso narrativo, nos relata la historia de una montañesa guapetona que, pese a estar ennoviada con el hijo del capador, acaba casándose con un sargento de la guardia civil, sin que ese vínculo matrimonial ni los hijos derivados de él hayan logrado hacerle olvidar del todo a ese primer amor, que se grabó en lo más hondo de su pecho (historia que, de forma tan noble como respetuosa, completa el propio sargento, cuando le escribe a la autora para que tenga conocimiento de las dos versiones del relato, no solamente la de su mujer); y nos cuenta también el fascinante viaje temporal que experimentan dos jóvenes investigadoras que, mediante un experimento científico, terminan por regresar al año 1614, en el que conocen a Lope de Vega; o las zozobras que embargan a una narradora que, después de llevar a la práctica una idea estúpida, pierde la amistad de su mejor amiga; o la asombrosa convicción que atesora un doctorando acerca de la condición criminal de Fernán Caballero, a la que estima asesina de sus esposos, de forma consecutiva y secreta; o el amargo desequilibrio mental que aqueja a un conductor de autobús cuando, consciente de las desigualdades sociales que burbujean  en el mundo, adopta una decisión cruenta y aparatosa.

Pero no se preocupen: de ninguno de los relatos les he contado “lo mejor”, esa sorpresa llena de magia que todos contienen y que los vuelve inolvidables.

Espero que los disfruten.