martes, 28 de enero de 2025

El origen del mundo

 


Estamos en el año 1961, en la localidad de Castelnau, un pueblecillo perdido en medio de ninguna parte. Allí acaba de ser destinado, con apenas 20 años, un profesor de primaria quien, al llegar, queda enmudecido por la peculiaridad del entorno, que parece instalado en tiempos penumbrosos, ancestrales. Todo parece allí lúgubre y antiguo, creando en el protagonista un mal presagio (“Aquel pasado me pareció mi porvenir”, p.10), que tampoco mejora demasiado cuando tiene delante a sus alumnos: un grupo de niños con los pies embarrados, que a duras penas aprenden los rudimentos del idioma. Un tiempo más tarde, cuando acude al estanco local para comprar cigarrillos, conoce a la estanquera, Yvonne, una turbadora mujer de entre treinta y cuarenta años que le despierta un elevado índice de deseo (“Yo me asfixiaba de bestialidad”, p.27), que lo lleva a pasearse todos los días por los alrededores de Castelnau para hacerse el encontradizo con ella. Le da clase, entre otros, a Bernard, su hijo de siete años.

Con ese punto de partida, Pierre Michon plantea en El origen del mundo (que traduce María Teresa Gallego Urrutia para el sello Anagrama) un relato denso y, sobre todo, impregnado de un lirismo inquietante, en el que las pinceladas verbales nos conducen por igual a regiones sensuales y a regiones de zozobra, que parecen hurgar en nuestro interior para desazonarnos. Los personajes se mueven (o, mejor dicho, flotan inmóviles) en una densa neblina, en la cual los ojos escrutan con atención, pero no son capaces de definir los perfiles. Jean el Pescador, Hélène la posadera, el maduro guía Jeanjean, los niños que asisten al colegio, Bernard con su bicicleta… Todos se integran en un paisaje que participa por igual de la acuarela y de los sueños: sin contornos, sin exactitud, inquietantemente difusos. Y esa proeza literaria se traslada al ánimo de la persona que está leyendo, la cual percibe, línea a línea, la rareza imantada del texto.

Una prosa que merece (y necesita) toda la atención del mundo.

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