Releo, en
el camping de Las Nogueras de Nerpio, el libro El lobo de Periago, de mi amigo Manuel Moyano (Natursport, 2004),
que lleva como subtítulo el de “Historias de la Murcia rural”. La noche, el
silencio y la prosa inmaculada de Manolo se llevan muy bien: lo acabo de
corroborar.
El autor
decidió darse un paseo por las fronteras de la región (las fronteras con
Castilla, pero también con Andalucía) y dialogó pausadamente con sus moradores
para extraer de ellos viejas anécdotas de su mundo perdido. Nos encontramos,
pues, ante una colección de apuntes de etnología literaria, donde el escritor
nos recopila y redacta historias de lobos cazados, estraperlo en tiempos
difíciles, guardias civiles propensas a las bofetadas, bailes que se diluyeron
en la corriente del tiempo, sufrimientos que se olvidaron sólo
superficialmente, heroicidades anónimas y supervivencias en medio de
circunstancias climáticas adversas.
Como
cierre del volumen, Manuel nos ofrece tres apuntes viajeros bellamente
redactados, en la línea del mejor Camilo José Cela, que demuestran su infinita
calidad como observador y como prosista.
Un gusto,
siempre, leer y releer sus páginas.
1 comentario:
Me has convencido, mira que fácil 😉💋
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