viernes, 31 de enero de 2020

Tu voz, que ahora importa




Los grandes novelistas suelen hacer mucho ruido con sus libros, al igual que los grandes ensayistas: los reclaman desde las pantallas de la televisión, les dedican la zona preferente de los suplementos literarios y procuran incorporarlos a su elenco de charlistas las universidades veraniegas. Pero es privilegio de los grandes poetas hacer mucho sonido cuando nos entregan una nueva obra. Quizá no trepen como Edmund Hillary por el Everest de los bestsellers, mas su huella se instala en el corazón de los lectores de un modo quizá más duradero.
Pedro Antonio Martínez Robles, después de haber obtenido en diciembre de 2018 el máximo galardón en la XXII Bienal de Poesía Provincia de León, ve ahora cómo su exquisito trabajo Tu voz, que ahora importa sale a la luz y puede ser disfrutado por los amantes del verso.
En sus finísimas páginas, de una musicalidad tenue, descubrimos al padre que mira en silencio la cabellera vertical de las llamas; y a la madre, que arropa en la cama a su hijo para preservarlo de los helores del invierno; y descubrimos también la mesa donde el poeta escribe, que quizá será tocada por otras manos (¿cuáles?) en un futuro en el que él ya no exista; y sentimos cómo los rayos del sol acarician los visillos de la ventana y nos hacen pensar en la fugacidad del tiempo y en el avance inexorable de la extinción; y leemos las emociones que impregnan al autor cuando retorna a la vieja casa de su infancia y nota sus perfumes nunca olvidados.
Todo en este volumen es tiempo, reflexión y delicadeza. Todo es silencio lánguido de quien recorre con sus ojos los paisajes de la infancia. Todo es recuerdo melancólico de lo que fue, disfrute emocionado de lo que es (el amor, la amistad, la luz) y aceptación estoica de lo que vendrá. Todo es sabiduría. Y todo es, sobre todo, poesía.

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