jueves, 9 de enero de 2020

El sol de los muertos




Nada más fácil para un escritor habilidoso y con experiencia que utilizar mimbres de su propia vida para componer una narración novelesca; y nada más difícil que contemplarse con ironía (y hasta con cierto sarcasmo) y desnudarse ante los ojos del lector. Todo eso es lo que hace, con oficio y cachaza, el valenciano Vicente Blasco Ibáñez en su novela El sol de los muertos, donde nos habla de un escritor que ha obtenido fama universal y que, a la edad de “sesenta y tantos años” posa su mirada en Faustina, que apenas roza los diecinueve, y decide convertirla en su mujer.
Para llegar a ese punto, Montalbo ha tenido que superar sus humildes orígenes, vivir en París una juventud bohemia, perder a su abnegada esposa cuando la fama comenzaba a llegarle, viajar por todo el mundo para promocionar sus libros y saber protegerse de los interesados que se arriman a él para obtener beneficios económicos y de las damas que no persiguen otra cosa que “figurar” junto al escritor célebre. Al cabo, y aun sabiendo que la fama no es sino el triste sol de los muertos (porque ilumina y calienta cuando ya no se disfrutan sus rayos), decide vivir con plenitud este amor otoñal, por encima de las burlas sociales y hasta de las críticas de sus hijos, que consideran la suya una actitud senil.
Un día, Montalbo escucha a escondidas una conversación que le permite saber que Faustina está enamorada, en realidad, de un chico de su edad; y tendrá que tomar una decisión al respecto.
Novela fluida, muy autobiográfica y sencilla, donde la muñeca de Blasco se mueve casi por inercia para construir una narración solvente.

2 comentarios:

La Pelipequirroja del Gato Trotero dijo...

Bueno bueno bueno, has traído uno de mis autores favoritos,un valenciano de pro. En casa de mi padre creo que esta misma edición.

Beso 💋

Luisa HD dijo...

También a Blasco Ibáñez lo leí de joven. Fue uno de los que acrecentó mi amor por la literatura y mis deseos de escribir bien. Gracias, Rubén.