Tres
con los caudales que, ya desde el título de la obra, nos indican qué podemos
encontrar en el último trabajo del profesor Francisco Javier Díez de Revenga:
el mundo del arte (en concreto, la escultura), el ancho espacio de la devoción
religiosa y el universo de la literatura. Esos tres latidos se unen para nutrir
las páginas de Salzillo, la procesión y los escritores (Real Academia
Alfonso X el Sabio, 2022), donde se recopilan los artículos que el autor ha ido
publicando durante el último cuarto de siglo en la revista Nazarenos de
la Real y Muy Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Murcia. En
ellos, se acerca con gran detalle a los escritores que se sintieron curiosidad
y admiración por las figuras inmortales del imaginero. Por ejemplo, la gallega
Emilia Pardo Bazán, que visitó Murcia en el otoño de 1899, tras la sugerencia
que le formuló la marquesa de Salinas para que conociese personalmente las
figuras de Salzillo. Por ejemplo, la cartagenera Carmen Conde, quien dedicó
varios artículos de prensa (y una hermosa página de su libro Por el camino,
viendo sus orillas) a las tallas barrocas de don Francisco, y de la cual
nos ofrece Díez de Revenga una visión cercanísima (“Conocí personalmente a
Carmen Conde […] en la puerta de la iglesia de Jesús la tarde del Jueves Santo,
15 de abril de 1976”, p.69). Por ejemplo, la detallada aproximación al libro
que Antonio Oliver Belmás publicó en 1944 sobre la figura de Salzillo (con el
seudónimo de Andrés Caballero) y que ilustró Luis Garay. Por ejemplo, la
resonancia internacional que adquirió la figura del imaginero cuando en el año
1966 una editorial milanesa publicó un estudio de Giovanna Grandi, con
asombrosas fotografías de gran creatividad y belleza (fotografías que, según
nos cuenta Francisco Javier Díez de Revenga, se tomaron en su presencia, porque
en aquel tiempo trabajaba como meritorio en el museo). Por ejemplo, la única
visita registrada del gran filólogo Marcelino Menéndez Pelayo a Murcia (abril
de 1898), en la que pudo presenciar la procesión del Viernes Santo, aunque por
desgracia no acabase escribiendo sus impresiones sobre la misma. Por ejemplo,
la celebrada llegada a Murcia en marzo de 1902 del poeta malagueño Salvador
Rueda, quien terminaría componiendo dos sonetos dedicados al Ángel y a la
Dolorosa de Salzillo. Por ejemplo…
El profesor Francisco Javier Díez de Revenga sabe; y, además, sabe contar. De ahí que sus libros no defrauden nunca, porque con ellos se aprende y se disfruta. Un lujo para los lectores.
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