Recorro
de nuevo las páginas de Alto
acompañamiento, que Francisco Sánchez Bautista publicó en 1992 en la Real
Academia Alfonso X el Sabio de Murcia. Y vuelve a ser una delicia para mí
escuchar la voz del maestro, quien ha repetido mil veces su devoción por los
autores clásicos, a los que aquí rinde un tributo sin duda encomiable: escribir
un corpus magnífico de poemas que se inspiran en citas o personajes de Catulo,
Eurípides, Sófocles o Lucrecio, por sólo citar cuatro de los egregios nombres
que burbujean en el tomo.
Nos
hallamos sin duda ante un hermoso libro donde se habla del ser humano, del paso
del tiempo, de la insondable profundidad del corazón, de la vanidad, de la
soberbia, del estoicismo, de la felicidad y de la tristeza. (El poema “Palpando
sombras” se me antoja especialmente sobrecogedor).
Anoto
algunos de sus versos imborrables: “Es injusto / que aquello que se ama viva
menos / en su esplendor total, en su belleza, / que el verso que celebra esta
hermosura”. “Todo favor hace un esclavo”. “Batallas de ternura necesitan / los
hombres más que nunca, y más que nunca / se aniquilan los hombres de
violencia”. “Cuánta andanza para vivir un día”. “El sacrificio / que el poder y
los dioses nos demandan / es superior al bien que nos otorgan”. “Jamás revelará
Naturaleza / su esencia misteriosa”.
1 comentario:
Hijo, nos lo cuentas de una manera que, como mínimo, hay que tener en cuenta al autor 😌
¡Y lo sabes!
Besitos 💋💋💋
Publicar un comentario