martes, 8 de octubre de 2019

Una naranja azul




Descubro hoy la poesía de Salvador Jiménez, con su obra Una naranja azul (Editora Regional, Murcia, 1995), que me ha parecido interesante aunque algo irregular en sus logros literarios.
Me ha gustado, por ejemplo, la hermosa sonoridad de “La tarde”. Es bastante bonito también “El poeta se duele de escribir” (aunque incurre en la mitomanía hiperbólica de ver al poeta como un ser atomentado que sufre escribiendo, la cual me parece que ya está muy sobada). Otro poema entrañable es “Abierta está la casa”. Por lo que respecta a “Cuando supo mi nombre” diré que, si es fabulado, es precioso; y si es real, estremece: la historia de una chica que creía que él era Juan Ramón Jiménez... y que murió creyéndolo, reconfortada con sus versos y sus relatos.
Sorprende (más que emociona o gusta) el escándalo de “pes” iniciales que figuran en el poema “Porque en París pinta Picasso la primavera”! Como experimento, yo diría que vale y que resulta peculiar; pero a partir de la mitad el texto se vuelve pesadísimo.
He encontrado un verso que me ha parecido admirable: “Se amapola el silencio”.
Lo demás, en mi opinión, más discreto de lo conveniente en un libro.

1 comentario:

La Pelipequirroja del Gato Trotero dijo...

¿Sabes una de las cosas que más me gustan de este blog tuyo? la prioridad y el amor con el que tratas a los autores y obras de tu tierra 😍

Besitos 💋💋💋