viernes, 26 de octubre de 2018

Una soledad demasiado ruidosa




El viejo Hant’a trabaja desde hace treinta y cinco años prensando papel viejo en un local donde no goza de más compañía que moscas y ratones (y alguna visita esporádica humana, que apenas perturba su soledad). En ese espacio insalubre y subterráneo ha ido adquiriendo una buena cultura, porque abre y lee muchos de los libros que le toca destruir. Los roedores que pululan bajo los millares de hojas “se alimentan de letras, preferentemente de Goethe y de Schiller” (p.19); y él, fruto de sus abundantes ingestas de cerveza, del silencio que lo rodea y de su falta de compañeros, tiene visiones en las que cree contemplar a Jesús y Lao-Tse, sobre los que elabora juicios realmente interesantes (“Jesús es un romántico, Lao-Tse un clásico, Jesús la marea alta, Lao-Tse la marea baja, Jesús la primavera, Lao-Tse el invierno, Jesús el amor contundente al prójimo, Lao-Tse el súmmum del vacío, Jesús es el progressus ad futurum, Lao-Tse el regressus ad originem”, pp.44-45).
Estoy refiriéndome hoy a la bella y triste novela Una soledad muy ruidosa, que escribió Bohumil Hrabal, tradujo Monika Zgustova y publicó Galaxia Gutenberg en el año 2015. Un ejemplo perfecto de narración que construye una atmósfera inconfundible, dibuja entre sus nieblas a un protagonista inolvidable y, luego, nos regala su desasosiego. Difícilmente podría resumirse el contenido de esta obra, así que ni siquiera lo voy a intentar: la gitana a quien Hant’a amó en el pasado y cuyo nombre no consigue recordar; la vieja máquina que querría llevarse a su casa tras la jubilación; los desdenes de su jefe, que lo considera un vago y un borrachín; las calles y cervecerías de una ciudad oscura y polvorienta, que parece instalada en el mundo del sueño… Todo, absolutamente todo se reviste en estas páginas de un aroma extraño, a mitad de camino entre lo repelente y lo seductor, que atrapa el interés y no te deja abandonar el relato.
Qué maravilla de escritor, Bohumil Hrabal. Inmenso.

1 comentario:

Ana dijo...

Libros a montones aunque sea para destruir. Me gustó mucho este libro. La historia es curiosa y lo que cuenta es poco habitual, también como lo cuenta. Saludos.