El
colectivo El Retén Literario, que desde hace años burbujea y se agita en Molina
de Segura, acaba de hacer público su volumen colectivo Susurros de la Muralla,
que edita el sello Tirano Banderas, donde encontramos una quincena de
narraciones llenas de imaginación, creatividad y belleza, marcadas por los
estilos (individuales, pero complementarios) de sus autores.
Victoriano
García Guillén nos deja en los ojos las historias de la esclava
Luna y de su hija Nasila, llenas de una belleza lánguida y terrible y
salpicadas por una férrea maldición (“Una muralla de historias”).
José
Miguel García Avilés logra que un viejo narrador nos encandile con la
huida subterránea de varias personas, que terminan llegando a una playa e
iniciando un azaroso viaje por mar (“Ibrahim, el cuentacuentos”).
Irel
Faustina Bermejo dibuja con sus palabras la lírica relación
imposible entre una muchacha criada como varón y el poderoso Ibn Mardanix, que
se enamora de sus ojos oscuros (“El destino de una heroína”).
Conchi
Andrés Ortega construye una historia (de final moderno y
sorprendente) que tiene como protagonista a una muchacha que pierde a sus
padres y que terminará viviendo bajo un disfraz masculino, hasta que el Destino
le revele su auténtico futuro (“Zaida, la huérfana”).
Meri
Martínez nos acerca hasta la antigua venganza de un marido musulmán,
magníficamente descrita, que termina repercutiendo en los tiempos actuales
mediante una serie de apariciones fantasmales (“La leyenda de la Muralla”).
José
Gómez Larrosa, en la narración más larga del volumen, nos
relata cómo Ozmán desgrana para sus
oyentes la historia de Muley, que atraviesa la peligrosa zona que controla el
bandido Hakem con el objetivo de llegar hasta Mursiya, donde espera encontrar a
Wali el Lisiado.
Anto
Gambín reflexiona con inteligencia sobre la insensatez y el horror que
fomentan todos los muros, que secan el aire y destruyen el espíritu humano allí
donde se erigen (“Las otras murallas”).
María
de la O Guillén compone un epistolario elegantemente arcaizante,
que se extiende entre 1758 y 1804 y que nos cuenta desde varios puntos de vista
una historia estrechamente relacionada con Molina la Seca (“La memoria del
papel”).
Pilar
García López nos habla de un misterioso túnel subterráneo, en
cuyo interior no se esconde tanto un misterio ancestral como un peligro terrible,
que está a punto de costar la vida a sus descubridores (“El pasadizo”).
Jose
Moreno nos invita a participar en un delirante viaje en el tiempo,
fruto de la imaginación o del Vega Sicilia, que nos permite conocer la
situación inestable de la localidad en el pasado (“La muralla de Hins Mulina”).
Y
Adelaida Romero Rodríguez, para completar el ciclo, deja que sea la
propia muralla quien tome la palabra y nos cuente detalles sobre sus misterios
y su construcción, con gracia sinóptica (“Mi destino”).
Y todavía quedan otras historias, que dejo para que los lectores las descubran por sí solos, si deciden (ojalá que sí) adentrarse en los laberintos de esta obra, llena de ilusión y de propuestas interesantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario