domingo, 7 de agosto de 2022

Maestro Azorín

 


Leo un breve trabajo de Alejandro Fernández Pombo que me ha parecido muy interesante y que lleva el título de Maestro Azorín. Y aunque las informaciones que proporciona en bastantes de sus páginas son curiosas y enriquecedoras (no solamente sobre Martínez Ruiz: explica, por ejemplo, que Caro Raggio fue cuñado de Baroja, y que por eso le publicaba de forma tan profusa), copiaré tan sólo las dos que, por desconocerlas y estar centradas en el escritor alicantino, me han llamado más la atención.

La primera es un juicio espléndido de Vázquez de Mella, quien aseguró una vez lo siguiente: “Donde los demás ponen coma, Azorín pone punto”. Así es. No creo que se pueda expresar con fórmula más simpática y exacta.

La segunda es una paradójica apreciación sobre la relación entre Azorín y el mundo dramático: “La peripecia teatral de Azorín es sencilla o compleja, según se quiera. Sencilla porque puede quedar reducida a una palabra: fracaso. Complicada porque es difícil saber la causa; porque los críticos no llegan a ponerse de acuerdo en la calidad teatral y literaria de sus comedias”. Recuerdo haber pensado en algo parecido hace unos años, cuando leí un par de piezas teatrales del monovero. ¿Es bueno? ¿Es malo? Yo tampoco acierto a darme una respuesta rigurosa. Quizá vuelva a ellas dentro de un tiempo para perfilar más detalladamente mi opinión.

No hay comentarios: