jueves, 6 de febrero de 2020

Todo es perfecto




Dejamos que nuestros ojos se adentren en la primera página de este libro de relatos escrito por Verónica Martín (Caja Segovia, 2010) y notamos que el corazón se nos acelera, porque estamos corriendo. Somos de pronto dos hermanos y, por causas que resultaría demasiado complejo explicar, acabamos de cometer un pequeño robo de droga. Parece que nos hubieran brotado alas en los pies, como al dios Mercurio. Y de pronto, cuando los pulmones están a punto de estallarnos, ocurre el desastre: un tren invisible surge a gran velocidad y mata a uno de los fugitivos, siendo el otro detenido por la policía.
Más adelante, caminaremos solos por la calle, con un océano de lágrimas en los ojos y la garganta obturada: nos acaban de decir que padecemos una gravísima enfermedad de la que tenemos pocas posibilidades de salir. Y cuando estamos a punto de derrumbarnos aparece de pronto un vendedor ambulante que nos ofrece una pulsera. Para conseguir que se la compremos nos dirá que esa pulsera tiene la virtud de aliviar las tristezas de la gente que la porta. Y nos la colocamos en la muñeca.
Son solamente dos ejemplos de las bondades narrativas que este libro incorpora y que alcanzan su culminación en el, quizá, mejor relato del volumen: el que le da título. Allí conoceremos a la pequeña Aurora, una niña solitaria cuya madre ejerce la prostitución y que es cuidada frecuentemente por su anciana vecina Mimi. No les digo más.
Acérquense a este libro. Creo que puede darles más de una alegría literaria.

1 comentario:

La Pelipequirroja del Gato Trotero dijo...

Me cuesta resistirme a un buen libro de relatos... así que no lo voy a hacer, me acerco, mucho 😂🥰💋