Sólo unos
pocos nombres de poetas murcianos han quedado inscritos en la selecta lista de
ganadores y accésits del premio Adonais, y uno de ellos fue el de Antonio
Aguilar, que obtuvo un merecido reconocimiento por su trabajo Allí donde no estuve (Rialp, 2004).
La
delicada música de este poemario habita tanto en los versos cortos como en los
más extensos, y se ramifica en estrofas de densa plenitud, en las que Antonio
reflexiona con hondura sobre la vida (“Nada más viejo que esta sensación / de
haber vivido siempre”, p.20), sobre la necesidad de que la poesía auténtica
esté perpetuamente en un estado de cambio (“Este poema / […] como todo lo que
importa gira”, p.36), sobre la conveniencia higiénica de introducir un poco de
locura en nuestras vidas (todo un acierto el poema titulado “Viaje al sur”, que
se desarrolla entre las páginas 44 y 45) y sobre los misterios incógnitos que
bucean en el corazón (“esta víscera hostil a las verdades”, p.52).
Las
palabras de Antonio Aguilar, si las comparamos con las mostradas en sus dos
poemarios anteriores, se habían ido acendrando, puliendo, aquilatando; y el
resultado era un libro más cuajado e intenso que los anteriores, los cuales ya
eran estupendos de por sí.
Un poeta
siempre en crecimiento.
2 comentarios:
Repito, es admirable como honras tu tierra y sus autores, gracias por compartirlos.
Besitos 💋💋💋
Muchas gracias, Rubén. Tu lectura mejora mis poemas
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