lunes, 10 de enero de 2022

Diario de un destello

 


No resulta extraño que este Diario de un destello mereciese un accésit del premio Adonáis en el año 2005, porque la brillantez de sus propuestas líricas es más que ostensible. En sus páginas, la poeta Raquel Lanseros nos va guiando a través de reflexiones sobre el amor (“El corazón tiene forma de río. / Toda la vida está desembocando / en alguna otra parte”), sobre los esfuerzos que realizamos en nuestro vivir y las mutaciones de nuestro carácter (“Aunque he cambiado mucho de color / sigo siendo camaleón y no rama”), sobre la triste ceremonia del adiós (“Yo nunca resistí las despedidas / con su mezcla de muerte y precipicio”), sobre la necesidad íntima de mantener el entusiasmo vital (el poema “Invocación” es magnífico y significativo, del primero al último de sus versos) o sobre las mujeres que, engañadas o llenas de esperanza a lo largo de la Historia, han luchado siempre por encontrar su sitio en el mundo.

Hábil y sensible, la voz de la escritora andaluza va modulando ritmos y emociones para conducirnos por los senderos donde habitan la esperanza, la melancolía, la lucidez o la entrega, que ella convierte en tinta.

Cuando Raquel Lanseros acaricia las palabras, el poema ronronea como un gatito agradecido; y los versos entregan su música más alta; y cada página brilla como un diamante golpeado por la luz en una sala de espejos. Si no han buceado en uno de sus libros quizá deberían hacerlo.


1 comentario:

La Pelipequirroja del Gato Trotero dijo...

“El corazón tiene forma de río. Toda la vida está desembocando en alguna otra parte” hoy sería mi epitafio, pero para no ser pájaro de mal augüero pienso usarlo en mi agenda.
Me encanta.
Besos.