No he
sido, hasta ahora, gran lector de Ramón J. Sender. Si la memoria no me
traiciona, me paseé por las páginas de Réquiem por un campesino español,
por La tesis de Nancy y quizá por uno o dos títulos más, que ahora no
logro recordar. Exploración, sin duda, insuficiente, porque de los dos
volúmenes indicados arriba guardo una imagen positiva. Ahora, quizá para
complementar (o quizá para que se me activen de nuevo las ganas de leer a este
autor), dedico una tarde lenta y con café caliente al inteligente libro de
charlas y entrevistas que el profesor Marcelino C. Peñuelas publicó con el
título de Conversaciones con Ramón J. Sender (Magisterio Español, 1982).
Y la conclusión es inmediata: qué gusto da asistir como voyeur al diálogo entre
personas amenas y cultivadas. Bombardeado (como casi todo el mundo actualmente)
por tertulias-gallinero, oraciones de rango tartamudo y parlamentos tan huecos
como previsibles (en boca de actores, políticos o futbolistas, tanto da),
encontrarse con un torneo de inteligencias es hallazgo felicísimo, que se
agradece sobremanera.
Así que
haré dos cosas: la primera, apuntarme en la agenda que no me vendría mal
refrescar mi lectura de este autor aragonés (quizá comenzando por las dos
novelas que apunté antes, y que no figuran en este Librario íntimo por
haberlas efectuado en la juventud); la segunda, copiar en esta página las
frases que he subrayado en el tomo, las cuales no dan cuenta exhaustiva de todos
sus primores, pero sirven para mostrar la riqueza de la obra.
“Estamos
en un nivel de civilización que hace innecesaria la guerra como solución”. “Ser
hombre es un compromiso y una obligación terrible”. “En todo verdadero artista
hay un problema de esquizofrenia. Hay que destruirla por el análisis”. “Un
novelista o un poeta no deben tratar de resolver nada”. “En general, los
críticos no suelen entender la obra de arte de sus contemporáneos. Sólo saben
hablar de la generación anterior porque ya está todo clasificado y academizado.
Es decir, miserabilizado y esterilizado”. “Unamuno creía que todo lo que salía
de su pluma sin retoques debía ser publicado. Y publicaba cada idiotez que daba
vergüenza leerlo”. “El poeta lírico es un cazador que casi nunca da en el
blanco. Pero el disparo levanta cerca un ave de colores que es más hermosa que
el blanco al que había disparado”. “La ciencia se equivoca y el arte no se
equivoca nunca”. “Hay sólo dos maneras de librarse de uno de sí mismo, que son
el amor y el arte”.
Sí, definitivamente tengo que leer más a Sender.
1 comentario:
Ahí te doy la razón, me gustaría presenciar algo así, no perderme detalle como voyeur.
Besitos 💋💋💋
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