miércoles, 26 de enero de 2022

Conversaciones con R. J. Sender

 


No he sido, hasta ahora, gran lector de Ramón J. Sender. Si la memoria no me traiciona, me paseé por las páginas de Réquiem por un campesino español, por La tesis de Nancy y quizá por uno o dos títulos más, que ahora no logro recordar. Exploración, sin duda, insuficiente, porque de los dos volúmenes indicados arriba guardo una imagen positiva. Ahora, quizá para complementar (o quizá para que se me activen de nuevo las ganas de leer a este autor), dedico una tarde lenta y con café caliente al inteligente libro de charlas y entrevistas que el profesor Marcelino C. Peñuelas publicó con el título de Conversaciones con Ramón J. Sender (Magisterio Español, 1982). Y la conclusión es inmediata: qué gusto da asistir como voyeur al diálogo entre personas amenas y cultivadas. Bombardeado (como casi todo el mundo actualmente) por tertulias-gallinero, oraciones de rango tartamudo y parlamentos tan huecos como previsibles (en boca de actores, políticos o futbolistas, tanto da), encontrarse con un torneo de inteligencias es hallazgo felicísimo, que se agradece sobremanera.

Así que haré dos cosas: la primera, apuntarme en la agenda que no me vendría mal refrescar mi lectura de este autor aragonés (quizá comenzando por las dos novelas que apunté antes, y que no figuran en este Librario íntimo por haberlas efectuado en la juventud); la segunda, copiar en esta página las frases que he subrayado en el tomo, las cuales no dan cuenta exhaustiva de todos sus primores, pero sirven para mostrar la riqueza de la obra.

“Estamos en un nivel de civilización que hace innecesaria la guerra como solución”. “Ser hombre es un compromiso y una obligación terrible”. “En todo verdadero artista hay un problema de esquizofrenia. Hay que destruirla por el análisis”. “Un novelista o un poeta no deben tratar de resolver nada”. “En general, los críticos no suelen entender la obra de arte de sus contemporáneos. Sólo saben hablar de la generación anterior porque ya está todo clasificado y academizado. Es decir, miserabilizado y esterilizado”. “Unamuno creía que todo lo que salía de su pluma sin retoques debía ser publicado. Y publicaba cada idiotez que daba vergüenza leerlo”. “El poeta lírico es un cazador que casi nunca da en el blanco. Pero el disparo levanta cerca un ave de colores que es más hermosa que el blanco al que había disparado”. “La ciencia se equivoca y el arte no se equivoca nunca”. “Hay sólo dos maneras de librarse de uno de sí mismo, que son el amor y el arte”.

Sí, definitivamente tengo que leer más a Sender.

1 comentario:

La Pelipequirroja del Gato Trotero dijo...

Ahí te doy la razón, me gustaría presenciar algo así, no perderme detalle como voyeur.

Besitos 💋💋💋