En la
página 84 de esta edición anota Juan Manuel de Prada: “Escribo este libro a
vuelapluma, por supuesto, con esa facilidad de los que somos ricos en
metáforas”. Y ante una afirmación de ese calibre sólo caben dos posturas:
admitir que dice la verdad (y calificarlo de estilista prodigioso) o suponer
que exagera (y calificarlo de estilista prodigioso). Porque nadie que lea estas
páginas podrá incurrir en la torpeza de obviar su brillantez (ni siquiera Paco
Umbral, el Gran Exigente, lo hizo). Para determinados lectores, la abrupta
textura temática de algunos capítulos, o la esencia misma del libro, se
antojará insufrible; pero resulta imposible negarle su explosiva fascinación
literaria: metáforas, adjetivos, música de las frases, comparaciones, hipérboles…
Juan Manuel de Prada construye un homenaje (situado palmo y medio al sur) a Senos, de Ramón Gómez de la Serna. Y lo
hace liberando una volcánica lubricidad verbal y humorística.
Paseándonos
por sus líneas nos encontramos con egiptólogos que se encoñan con momias,
sonámbulas que van ofreciendo sus sexos tras gasas nocturnas, sirenas de
morfología inquietante o perturbadora, tenistas que cuando corren permiten la
visión inesperada, mujeres que cosen a máquina sin bragas, lesbianas que se
unen en conciertos fricativos, gitanillas que ofrecen su sexo en lugares
escondidos (para que el payo que lo disfruta no sea convertido en un colador
por las navajas raciales de sus protectores), faquiresas que ofrecen
espectáculos anonadantes al público, viudas que conservan todo el furor en sus
coños dormidos o expectantes, filipinas que esconden una sabia gruta y que la
usan con fruición hasta que se van con “un cantante de baladas cursis” o
incluso coños silenciados en la morgue, que aún perturban a ciertas personas.
No hay límites para la imaginación y para la joyería estilística de Juan Manuel de Prada. Así que aproximarse a este libro supone recibir un huracán de literatura, difícilmente olvidable. Absténgase, eso sí, las personas mojigatas en exceso: si se lo toman demasiado en serio se indignarán casi en cada página. Pero qué coño…
1 comentario:
Sé de este título de Juan Manuel de Prada desde que leyera su "Las máscaras del héroe" que lo lanzó definitivamente al centro del ruedo literario. Me ha gustado tu reseña pues hasta este momento sólo lo relacionaba con el "Senos" de Gómez de la Serna por el título más que por otra cosa; tu reseña me ha mostrado la enorme literatura que esconde dentro de sí junto a un humor que siempre me ha atraído.
Voy a intentar leerlo. Gracias por traérmelo a la memoria
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