Ella se
llama Carla, y es una mujer madura pero aún bastante atractiva. Él se llama
Alejandro, y no recuerda que ella es su esposa. En esa situación delicada,
incómoda, penetran ambos en la vivienda conyugal, tras el accidente que dejó
amnésico a Alejandro hace unas semanas. Los ojos del esposo, febriles, tratan
de encontrar en los muebles, en las fotografías, en las anécdotas que ella le
va poco a poco refiriendo, alguna argolla de la que tirar para recuperar la
normalidad de sus vidas; pero no lo logra. Carla le va explicando que es
escritor de novelas de corte policíaco, con razonable éxito; que las muchachas
lo consideran todavía un hombre atractivo; y que forman un matrimonio idílico,
en el que apenas discuten y donde los celos no anidan.
Pero
Alejandro comienza a detectar que algunas cosas no funcionan o no encajan como
deberían: pequeñas contradicciones en las que su mujer parece incurrir, datos
que no le cuadran, frases que pueden ser interpretadas de dos modos distintos,
adjetivos o silencios que lo ponen en guardia… ¿Acaso ella le está ocultando
algo? ¿Acaso no le está diciendo toda la verdad?
El lionés
Eric-Emmanuel Schmitt nos presenta en esta obra teatral (que versiona Juan José
de Arteche para el sello Anagrama) una reflexión inquietante sobre el mundo de
las emociones y sobre los entresijos de una pareja moderna, que vive entre la
verdad y la mentira, entre la fidelidad y el engaño, entre la honestidad y los
secretos. Y lo hace con una trama que gira y gira, aportando a los lectores quiebros
continuos en la acción, que la dotan de velocidad, frescura y matices, hasta el
punto de que no podemos estar seguros de quién tiene la razón y quién se
camufla tras los embustes o los maquillajes. Todo un logro.
1 comentario:
Un gran libro, fue una lectura veraniega que recordé varios inviernos 🙂
Besitos 💋💋💋
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