Los
desórdenes familiares y la repercusión que tienen sobre los adolescentes es un
tema que, literariamente, favorece unos argumentos muy llamativos. Ocurre
también en esta narración de José María López Conesa, que lleva por título el
de Atrapada y que vio la luz en el
año 2006, con el sello Nausícaä.
Tres
protagonistas (la triple A) construyen la base de la novela: Anabel (quien a
sus 14 años está viviendo un auténtico infierno, con la separación traumática
de sus padres), Aurora (la madre, que ha descubierto por fin la libertad y que
la está gozando sin cortapisas, en medio de salidas nocturnas y compañías
masculinas de lo más variadas y frecuentes) y Augusto (quien ha sucumbido al
canto de sirena del alcohol y que vagabundea en medio de perdularios y
maleantes, durmiendo en lugares infectos y con la autoestima a la altura del
betún). Sobre ese triángulo incidirán diversos vectores, positivos y negativos.
Entre los primeros se encuentra Roxi, maestra de Anabel, que intenta ayudarla a
conseguir el equilibrio en sus emociones; entre los segundos, Bustelo o Walter,
que se afanarán en utilizar de mala manera a la incauta adolescente.
Con una
acción rápida y llena de meandros, el escritor molinense nos presenta una
importante cantidad de reflexiones sobre la vida, la rectitud, los nexos
familiares o el amor; y también sobre los cambios íntimos (y también sociales)
que van experimentando sus personajes a lo largo del tiempo, sin permitir que
los lectores se aburran en ningún instante. Una propuesta llena de interés.
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