miércoles, 23 de marzo de 2022

Todo lo que ya no íbamos a necesitar


Sería complicado resumir en pocas palabras por qué me ha gustado tanto el libro Todo lo que ya no íbamos a necesitar, de Maite Núñez (Editorial Base, 2017). Me podría referir a la perfecta organización de los relatos, que avanzan de un modo creíble y culminan siempre de manera maravillosa. Me podría referir al cuidadoso lenguaje que la escritora barcelonesa elige para esculpir sus historias. Me podría referir a la conmoción emocional que muchas de ellas me han procurado, con sus argumentos turbadores. Me podría referir a muchos aspectos, ángulos y primores de este volumen; y seguiría dejándome fuera otros tantos motivos para aplaudir.

Todo lo que ya no íbamos a necesitar es un tratado sobre los puntos de inflexión, una enciclopedia literaria en la que Maite Núñez nos invita a que contemplemos los instantes durísimos, reveladores y amargos en que sus criaturas sienten cómo sus trayectorias giran y se retuercen: el hijo de la madre alcohólica que roza con sus dedos el teléfono con el que podría denunciarla a Servicios Sociales; la mujer que, después de sufrir una mastectomía, teme el instante en que deba enfrentarse al hombre que la acaricie sin saberlo; la hija que observa con rabia el modo en que su padre, viudo, se ha dejado engatusar por una mujer más joven que él; el hombre que, presionado por su esposa, se ve abocado a ingresar a su madre en un geriátrico; o ese absoluto y breve prodigio que se titula “No tengas miedo”, en el que una mujer con cáncer tiene que sonreír y disimular ante su hija pequeña.

Como puede observarse, un completísimo álbum de seres quebrados, heridos o moribundos, a los que la soledad, la tristeza, el egoísmo de sus semejantes, la rabia, la orfandad o las lágrimas han erosionado; y que se sostienen en pie con enormes dificultades, como náufragos en un océano inmisericorde.

Maite Núñez atesora una notable calidad, que ya me asaltó en su libro Cosas que decidir mientras se hace la cena, volumen que consigné en otro lugar de este Librario y que ahora se completa con esta segunda entrega de narraciones. Dos aproximaciones convincentes son prueba más que sobrada de que me interesa y seduce su estilo. No la perderé de vista. 

2 comentarios:

La Pelipequirroja del Gato Trotero dijo...

Sin rodeos, este me lo llevo sin remolonear. Me gusta mucho.

Besos

Maite Núñez dijo...

Muchas gracias.