Me
dije que no volvería (y he vuelto) a un libro de Antonio Tabucchi porque, salvo
contadísimas líneas o párrafos, sus libros no consiguen nunca emocionarme: ni
desde el punto de vista sentimental ni desde el punto de vista literario. La
causa de desdecirme ha sido que tenía una tarde libre fuera de casa y la única
obra que se encontraba al alcance de mano era Los últimos tres días de
Fernando Pessoa, así que…
Pero
nada. Ni por esas. Me ha parecido una bobería dickensiana, en la que el poeta
portugués, internado ya en el hospital donde también se hospeda su muerte, va
recibiendo con languidez otoñal a sus heterónimos y mantiene con ellos
conversaciones de intención reveladora, pero que no esconden en realidad más
que fruslerías y decadentismos ñoños. ¿Una narración amena? Sólo si conoces la
vida y obra del genio luso.
Para decirlo con pocas y corteses palabras: absolutamente prescindible.
1 comentario:
Pues a otra cosa, mariposa 🦋😉💋
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