martes, 29 de marzo de 2022

Poemas del claroscuro

 


Está a punto de cumplirse un año desde que el poeta Javier Alcolea diese a la imprenta en el sello Adeshoras su trabajo Poemas del claroscuro, ilustrado y prologado con gran acierto por el artista Fernando Ferro. Es un poemario donde la mirada del escritor se enfrenta a una vida que tiene mucho de laberinto oscuro y no poco de decepción: espacio que se quería ilusionado, noble y benéfico, pero que terminó marchitándose hacia el horror continuo que ahora contemplamos. Eso no conduce a Alcolea a la rendición, porque “el honor es, para nosotros, / lo único irrenunciable”, pero sí que tiñe de melancolía y de abatimiento algunas de sus páginas.

Encontramos en este volumen magníficos sonetos (mi predilecto es el que dedica a la cueva de El Soplao, en la página 52), delicadas composiciones llenas de música (estoy pensando en poemas como “Se me ocurre suponer”), textos en los que cede la palabra a importantes figuras de la antigüedad para que nos hablen en primera persona (“Epicuro de Samos”); y otros en los que se detiene en franjas de la actualidad que, rabiosamente cercanas, nos sitúan en metros, kebabs o asfaltos urbanos, donde el hombre actual se encuentra tan perdido y confuso que “no sabe descifrar el criptograma / del café del lunes por la mañana”. A todos los lenguajes y tonos se adapta la voz versátil de Javier Alcolea, que consigue un libro muy notable.

Creo que les gustaría.

1 comentario:

La Pelipequirroja del Gato Trotero dijo...

Crees bien, al menos por la parte que me toca. Irresistible poemario sin duda.

Besos.