domingo, 6 de diciembre de 2020

El vizconde demediado

 


Vaya por delante que a mí el escritor italiano Italo Calvino me ha deparado un buen número de horas de feliz lectura, entre mis veinte y mis treinta años (que fue el tiempo en que más veces lo visité). Recuerdo que la ocasión anterior en que leí El vizconde demediado (el libro del que quiero hablar hoy) lo saqué en préstamo en la biblioteca de Fuente Álamo, allá por julio de 2001, pero como extravié la libreta donde iba apuntando mis lecturas de aquellos meses he tomado la decisión de volver a ella.

Y tengo que ser honesto: la relectura me ha dejado absolutamente frío. Creo que esta propuesta no va más allá de ser una leve fábula “moral” sobre el espíritu humano, que viene a decirnos que todos estamos integrados por una parte “buena” y por otra “mala”, y que la monstruosidad acompañaría a cada una de esas dos mitades nuestras (una, por empalagosa; la otra, por cruel) en el caso de que pudiesen disfrutar de vida autónoma. Bien, aceptado ese razonamiento. No se trata de ninguna conclusión de alta filosofía: es fácil de asumir, porque resulta evidente. El problema es que cuando pensamos (o intuimos) que el escritor va a ir un poco más allá… no lo hace: Calvino se queda en esa lección superficial y algo esquemática, quizá más dirigida a un público lector adolescente que a uno maduro y más reflexivo.

Me quedo, eso sí, con una frase que he subrayado en rojo en mi moleskine: “Cada encuentro de dos seres en el mundo es un desgarrarse”. Lo demás, creo que voy a olvidarlo con bastante rapidez.

1 comentario:

La Pelipequirroja del Gato Trotero dijo...

Lamentablemente era una lectura obligada y mi recuerdo de ella es pésimo. No podía decirte porqué, pero lo recuerdo casi como una tortura.. no sé si me han quedado ganas de releer 🙄😉💋