jueves, 10 de diciembre de 2020

El tiempo real

 


Explicaba una vez el argentino Jorge Luis Borges que su primera intuición de lo que era el infinito se la debe a una caja de galletas, en la cual se reproducía una imagen de la propia caja de galletas, en una sucesión que implicaba el desasosiego y el vértigo. La ilustradora Diana Escribano juega en la cubierta de El tiempo real, de Jesús Montoya, con un abismo de idéntica textura. Y su apuesta gráfica no puede ser más apropiada, porque esta colección de relatos (o de retos) constituye en sí misma un desafío para los lectores, quienes sentirán que el autor les propone estructuras narrativas de sabrosa complejidad, para disfrutar de las cuales no podrá acomodarse en una postura pasiva.

Estamos ante unas fabulaciones en las que se exige que el lector desbroce sentidos y abra bien los ojos, porque nada (o casi nada) es lo que parece; y está siendo invitado a penetrar en una selva en la que resulta sencillo perder la orientación y de la que solamente se puede salir eligiendo con tiento con la brújula adecuada. Un cadáver en la bañera de la pensión; críticos literarios que reciben cuentos manuscritos para que valoren sus posibilidades de ser publicados; profesores que hacen méritos para lograr un hueco en el nauseabundo mundo de la universidad, lleno de zancadillas, hipocresías y mezquindades; los tubos que hacen volar o desaparecer el dinero en Mercadona, mientras el narrador se encuentra junto a un doble de Paco Umbral; un cadillac Fleetwood que atraviesa un paisaje de carnaval; un hombre que actualiza semanalmente en una venta de carretera su Facebook, mientras pierde a su chica y recibe la amenaza de ser despedido en su trabajo… Las imágenes, como bien puede observarse, son tan variadas como infrecuentes; y Jesús Montoya las aprovecha para llenar de sorpresas estos catorce textos que publica el sello Boria Ediciones.

Léanlo. Van a descubrir a un autor fresco e interesante.

2 comentarios:

supersalvajuan dijo...

Sigo pensando en el vértigo, el desasosiego y las galletas de Borges...

La Pelipequirroja del Gato Trotero dijo...

A ver quién se niega ahora a leerlo...🙄😅💋