viernes, 19 de junio de 2020

Del azul




En su obra Del azul (Huerga y Fierro Editores, 2000), la escritora Juana J. Marín Saura prosigue la línea dolorosa que había comenzado en libros anteriores y nos reitera símbolos ya anticipados: la isla (que puede ser el corazón, el amor o la poesía), el mar (que golpea a la escritora, o la acaricia, o le borda de espuma los tobillos), el faro (que representa magníficamente la esperanza), etc. Hay algunos poemas donde de nuevo nos habla de pintura (la autora es diplomada en Artes Plásticas), como los dedicados a Toulouse Lautrec, Degas o José María Párraga; hay un poema emocionantísimo donde nos habla de alguien que se encuentra en una silla de ruedas (p.57); y hay también un poema donde vuelve a recordarnos sus ansias de maternidad, no cumplidas (pp.61-63).
Frente a este volumen admirable de Juana J. Marín Saura experimenta el lector la sensación de encontrarse ante una especie de aleph borgiano: todos sus temas principales, sus símbolos más puros y sus sonidos mejores están aquí, girando en torno a la noción de “isla”. Pero hacia el final del poemario, como si la autora estuviera aguardando para derramarnos encima el agua gélida de la decepción, nos proclamará: “Yo tenía una isla […]. Ahora no sé si tengo algo” (p.81).
En realidad, lo que tiene la escritora es más que “algo”: tiene una espléndida voz poética. Y eso los lectores siempre lo agradecen.

1 comentario:

La Pelipequirroja del Gato Trotero dijo...

Yo tuve una península...me independicé y la convertí en isla. Ahora es solo un islote.
Besos 💋💋💋