El
profesor Edgard Burne ha logrado perfeccionar un método científico con el que
clonar el cuerpo y la mente de una persona, e invita a Anthony Claridge (premio
Nobel de Literatura) a que se preste a protagonizar un ensayo. Le dice, astuto,
que de esa manera podrá hablar con su clon, que es lo más parecido a hablar con
un “otro yo”. Halagado en su vanidad de artista, Claridge accede; y el
experimento culmina con éxito… desde el punto de vista científico. Otra cosa
será cuando el escritor tenga que enfrentarse con su alter ego, y éste vomite
sobre él su pasado, sus miedos ocultos, sus miserias, sus mezquindades, hasta
lograr que se tambalee su identidad: renunciará al premio Nobel, abandonará sus
clases en la universidad de Cambridge, dejará su casa y se irá a vivir muy
lejos…
Carlos
Alonso Monreal (nacido en Callosa de Segura) es el autor de esta historia, que
titula El cuervo y las rosas y que le
publicó hace más de una década la Editora Regional de Murcia en su colección
“Textos centrales”. La novela, pulcra y con secuencias de gran interés, adolece
en su primera parte de un notable exceso de tecnicismos, que estorban la
lectura; pero tiene la prudencia o la sagacidad de reducirlos en las páginas
finales, con lo que la propuesta novelística queda, en su conjunto, si no
brillante, sí al menos razonablemente amena.
Si Jorge
Luis Borges dialogó consigo mismo en un célebre relato, Carlos Alonso Monreal
nos entrega también una reflexión de la misma estirpe, que nos dejará
meditabundos: si pudiéramos desdoblarnos, mirarnos y hablarnos, ¿qué es lo que
aprenderíamos de nosotros mismos? ¿Qué nos podríamos decir? ¿Qué tendríamos que
escuchar?
1 comentario:
Me lo tengo que llevar ¡Y lo sabes! 😁💋
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