miércoles, 18 de diciembre de 2019

Símbolos del pasado




Un descubrimiento arqueológico no tiene por qué producirse de forma necesaria en El Cairo o Estambul. Una organización que utiliza el secuestro, la extorsión, la amenaza o el robo de restos antiguos no tiene por qué proceder de Estados Unidos o de Rusia. Una novela trepidante no tiene por qué ambientarse en las calles de Roma, los suburbios de Manhattan o los fiordos de Noruega. Si el escritor quiere retratar el mundo y el alma humana, a veces no tiene más que situar las aventuras de sus personajes en su tierra natal.
Es lo que hace Paco Rabadán Aroca en su novela Símbolos del pasado, en la cual nos encontramos con una historia llena de magnetismo: un joven equipo de investigadores recibe el encargo de excavar en un paraje de Alcantarilla, donde desarrollarán su trabajo entre las presiones de un constructor (que quiere que abandonen la zona para comenzar las obras), la indiferencia de las autoridades (que no parecen excesivamente interesadas en los restos del pasado) y el fervor de los arqueólogos vocacionales.
De pronto, cuando apenas habían logrado extraer piezas de escasa importancia (una moneda, un brazalete, un hacha eneolítica), sacan a la luz un ánfora con un enigmático símbolo, que despierta su curiosidad. Pronto comenzarán a darse cuenta de que alguien muy poderoso ha puesto sus ojos en la pieza y hará todo lo posible para conseguirla, incluso utilizando métodos tan expeditivos como ilegales. Es el inicio de una espiral que incluye persecuciones, emboscadas, intimidaciones telefónicas y tiroteos.
Símbolos del pasado es una novela muy amena, donde arqueología, amistad, amores secretos y algunas secuencias de acción se alían para intentar cautivar a los lectores desde la primera página.

1 comentario:

La Pelipequirroja del Gato Trotero dijo...

Intriga y misterio en Alcantarilla, esto lo coge Guillermo del Toro y revienta la taquilla 😉💋