Lorca (lo
dice el autor en la página 194 de esta novela) es “uno de los lugares más
bellos de la provincia de Murcia”, pero también es el sitio que eligieron dos
criminales croatas (el comandante Slavko Pašić y su hombre de confianza Petar Držić) para refugiarse después de la Segunda Guerra
Mundial y establecer allí su sigiloso imperio clandestino de negocios turbios,
que no rehuían ni la extorsión, ni la trata de blancas, ni la droga, ni el
asesinato.
Durante mucho tiempo su presencia ha pasado inadvertida,
pese a que regentan un cementera constantemente señalada por los grupos
ecologistas de la zona; pero el asesinato de un joven (y la peculiar y macabra
amputación de una de sus orejas) pone a la policía en funcionamiento para
investigar el caso. Es ahí donde entran en acción el inspector Lucas Daireh y
la sargento Hue, que comienzan a tirar de diferentes hilos para acercarse a los
culpables. No obstante, también lo están haciendo otras dos personas: Javi
(hermano del chico asesinado) y su fiel escudero Navajo (un valiente y fiel
sordomudo dispuesto a acompañarlo en la arriesgada aventura).
A este plantel de
personajes, el premiado escritor Antonio J. Ruiz Munuera une una vieja forense
(la cáustica doctora Escarbajal), una prostituta asustada (Rosario), un par de
tarambanas dados al consumo de alcohol (los hermanos Talens)… y nos presenta
una narración en la que los detalles macabros conviven con el humor para
conformar un texto muy sólido y muy inquietante (La ira del insecto) que obtuvo el XXII premio de novela corta José
María de Pereda y que hace pocos meses fue editado por Estvdio.
1 comentario:
Macabrismo y humor ¡Amén hermanos! Me gusta.
Besitos 💋💋💋
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