Vendió
millones de libros (no exagero en la cifra) y hoy apenas se le encuentra en los
mercadillos de saldo. Fue adaptado al cine en Hollywood y hoy se le prodiga un
silencio casi unánime que ronda con el desprecio. Se llamaba Vicente Blasco
Ibáñez y es el autor de un buen número de libros que hoy almacenan polvo en las
estanterías de las bibliotecas. En mi juventud leí dos o tres de ellos (Arroz y tartana, Entre naranjos y La barraca,
si la memoria no me traiciona); y hoy me adentro en su novela La familia del doctor Pedraza, una
agradable narración no muy extensa en la que nos presenta a un abogado de
Buenos Aires “que nunca había ejercido su profesión” porque “las necesidades
suntuosas de su familia” lo obligaban a dedicarse al mundo de los negocios,
mucho más lucrativo y más ostentoso. Su esposa (doña Zoila) y sus seis hijas no
conocen otro oficio que el dispendio en ropa, alhajas y fiestas, que el
munificente don Rómulo sufraga con agrado. Y así se suceden, uno tras otro, los
años.
El
narrador conoce a tan espléndido personaje en la antesala de una entidad
bancaria, a la que ambos han acudido a solicitar un préstamo; y luego
coincidirán durante un viaje en barco que los lleva hacia Europa, donde el
acaudalado doctor seguirá dilapidando dinero en París. Al cabo de un tiempo,
cuando la inminencia de la ruina lo cerca, don Rómulo Pedraza adopta una decisión de lo más inesperada...
Una
narración sencilla, fluida y agradable que me anima a seguir con otros textos
del autor valenciano.
1 comentario:
Fue uno de los primeros autores que leí de adolescente, de hecho, vivo muy cerca de la que fue su casa y la cual he visitado muuuuchas veces 😁 Me encanta esta obra, en realidad me gustan todas, aunque sin duda mi favorita es "Sómnica la cortesana" (así llamé al grupo de rock que formé con mis amigas y unos años después, mi grupo de teatro 😂😂😂)
Besitos 💋💋💋
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