En esta
obra teatral, premiada y editada por la universidad de Sevilla, se nos presenta
a Alfredo, un hombre que se ha encerrado en una estancia metálica,
claustrofóbica, que pronto identificamos como un refugio antinuclear. Durante
un tiempo vivió obsesionado con la idea de que la guerra era inminente, y se
hizo construir este local subterráneo, en el que pensaba sepultarse cuando el
conflicto estallase por fin. Su esposa María comprendió que se trataba de un
“pobre loco, maníaco, paranoico o como quiera que se llame” (p.24); y a través
de una serie de apariciones fantasmales (que incluyen a la esposa, a dos o tres
amigos e incluso al antiguo jefe de Alfredo) vamos descubriendo las migajas de
un pasado agrio y lleno de pústulas: que el protagonista era consciente de que
su mujer lo estaba engañando, que llegó a golpearla, que mantuvo una extraña
relación con su madre, etc. Alfredo, aferrándose a la certidumbre de que ha
hecho lo único que podía hacer, declara: “Yo he elegido esconderme como un
ratón para no morir como una hormiga en el hormiguero” (p.40). Pero María le
lanza una afirmación perturbadora, que él se niega a considerar: “Tal vez te
aterre la idea de que mientras tú crees que eres el único que queda, resulte
que eres el único que falta” (pp.46-47). O, dicho de un modo más brusco y más
desasosegante: ¿podría ser que Alfredo se haya metido en el refugio demasiado
deprisa? ¿Y si alguien anuló en el último minuto la fatídica orden de apretar
el botón? Él no puede saberlo, pues los medios para comunicarse con el exterior
(radio, ordenador) están rotos. No hay forma de comprobarlo sin riesgo. En el
monólogo desgarrado que repleta la parte final de la obra ya no aparecen los
espectros de otros personajes. Alfredo está solo. Irremediablemente solo. Angustiosamente
solo. Y el miedo lo empieza a consumir.
Una obra
madura, inquietante y penetrante, que ya mostraba las primeras luces de un
camino teatral que iba a ser (que está siendo) largo y exquisito.
1 comentario:
Teatro!!!! La magia de las tablas, ese escenario que hechiza, el público, a veces hostil, pero que siempre te despierta el ansia de darlo todo ¡Teatro! Ay, me encanta.
Besitos 💋💋💋
Publicar un comentario