Se
dirá mil veces y siempre serán pocas: qué complicado es crear un libro de
cuentos que no sea una mera recopilación. Hace falta, primero, aquilatar cada
una de las narraciones, pulirla, dejarla perfecta, tanto estructural como
literariamente; y después hay que conseguir que el conjunto de las narraciones sea
armónico, sin altibajos, sin desequilibrios. No vale que dos o tres de las
historias sean magníficas, no basta que lo sean la mitad: han de serlo todas.
Por eso, cuando cae en mis manos un volumen que cumple esas características me
siento tan feliz y lo recorro con tanta gratitud. Es lo que ocurre con Mucho
pasado puede matarte, del malagueño José Antonio Sau, de reciente
publicación.
De
sorpresa en sorpresa (siempre sólidamente redactadas), vamos descubriendo a
verdugos que atraviesan una crisis y sufren sus consecuencias; a periodistas
que son engañados en el desempeño de su labor profesional; a muchachos que se
enamoran fatalmente de la persona equivocada; a mujeres que son capaces de anticiparse
a la muerte de seres cercanos; a maestros que sufren un fusilamiento anómalo
durante la guerra civil de 1936; a antiguos nazis que están a punto de ser
capturados, muchos años después de haber escapado de la justicia; a tías que
están seguras de escuchar voces de ultratumba; a empleados que, de pronto,
incurren en la convicción de estar recibiendo mensajes extraterrestres; a
drogadictos que lo único que quieren es ver de nuevo a su hija; o a niños que
sufren el espectáculo de la violencia doméstica de su padre…
Poderoso en las tramas y elegante en la formulación literaria, José Antonio Sau nos dibuja con sus palabras un buen muestrario de horrores y grietas que, en síntesis, representan el mundo que nos cobija. Es un atributo que solamente pueden exhibir los grandes autores. Léanlo.
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