martes, 4 de febrero de 2025

Entre ellos

 


“He vivido más años de los que vivieron mi padre o mi madre. Hoy no hay prácticamente nadie vivo que los haya conocido. Y yo soy, por ello, la única persona que conoce estas cosas y puede preservar estas memorias”. Así se expresa el norteamericano Richard Ford en la página 157 de su obra Entre ellos, que leo en la traducción que Jesús Zulaika preparó para el sello Anagrama. Y ese parece ser, desde luego, uno de los motores de esta hermosa narración, donde se intenta recuperar las figuras de Parker Ford y de Edna Akin, progenitores del novelista.

El primero fue viajante de comercio y es definido como un hombre jovial, alto, risueño y robusto; mientras que su esposa “era guapa, tenía el pelo negro y era menuda y de formas turgentes, divertida, ingeniosa, habladora” (p.24). Durante los primeros años de su matrimonio viajaban juntos, hospedándose en lugares baratos por toda la ruta comercial de Parker; y en 1944, cuando posiblemente ya no lo esperaban, tuvieron a Richard, “hijo tardío y único” (p.28). A partir de ese instante, Richard nos habla de los cambios de vivienda o trabajo; de la forma en que sus padres entendían la vida social o religiosa en su comunidad; de su vínculo estrechísimo (estaban acostumbrados a hacerlo todo juntos); de las erosiones de la salud: el primer problema cardíaco de su padre en 1948, su muerte súbita en 1960 (la escena en que Richard, apenas un quinceañero, intenta hacerle la respiración artificial para reanimarlo es sobrecogedora), el cáncer de mama de Edna en 1973; y también, y sobre todo, de la forma en que su visión sobre ellos se ha ido modulando y completando con el paso del tiempo.

Sin exageraciones, sin idealizaciones y sin excesos melodramáticos, Richard Ford nos ofrece el retrato de unas vidas que, siendo grises e insignificantes, trazaron el origen de la suya y lo fueron encauzando y construyendo.

Un bonito homenaje.

No hay comentarios: