viernes, 1 de marzo de 2024

La sueñera

 


El océano de los sueños ha nutrido muchos millones de páginas en la historia de la literatura: ni siquiera resultará necesario enumerar (ocuparía varios folios) los títulos de libros y los nombres de autores y autoras que han recurrido a ese gran espacio temático para enriquecer el teatro, la novela, el ensayo o la poesía. Ahora acabo de terminar La sueñera, de Ana María Shua, donde se agrupan doscientos cincuenta microrrelatos que utilizan el mundo onírico como fuente de inspiración o como telón de fondo. Y vive Dios que la autora argentina nos deja anonadados con el bombardeo de imágenes que nos suministra: gritos que entran por la ventana, enumeraciones que no sólo contienen ovejas, pesadillas salpicadas de monstruos, 328 maneras para combatir eficazmente el insomnio, problemas con las sábanas de poliéster, lombrices de tierra que piden música de los Beatles, dos fósforos que se comen una pizza, tazas de café que devienen invaciables, burlas irónicas sobre el lenguaje marinero, partos asombrosos… También llevaría varios folios la simple enumeración de todos estos fogonazos.

¿Quieren saber por qué me ha gustado tanto este libro? Les copio el relato 25: “Mi papá no está contento conmigo. Me mira más triste que enojado porque sabe que le oculto un secreto. Estás muerto, quisiera decirle. Pero tengo miedo de que no venga más”. ¿Quieren otra explicación? Les copio el relato 48: “Los calamares no me atemorizan. En señal de amistad, trenzo y destrenzo sus tentáculos. Después de todo, soy casi una de ellos: yo también sé jugar a esconderme con nubes de tinta”. ¿Necesitan más detalles? Les copio el relato 77: “De los vegetales de hojas perennes, ninguno se reproduce tan rápidamente como mi biblioteca”. ¿Prefieren algo más humorístico? Les copio el relato 186: “Esperaba encontrarte, pero no así, cómo decirte, no con esos ojos, no con esa corbata, no con ese nombre, no con ese tenedor, no con esos dientes, no yo así, tan emperejilada, tan tentadora, tan en mitad del plato, tan tostada”. ¿O acaso prefieren…? No, no insistan: vayan al libro y disfrútenlo de principio a fin, como mandan los cánones.

La editorial Páginas de espuma lo reunió con otros trabajos de la autora en el grueso tomo Cazadores de letras. Prepárense a disfrutar.

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