Me acerco
hasta las páginas del libro Las islas extraordinarias, del gallego
Gonzalo Torrente Ballester, obra desenvuelta y amena que, en mi opinión, daba
mucho más de sí. Torrente se ha reducido en muchas de sus secuencias a meras
exposiciones teóricas, bien trazadas, pero de poca consistencia novelesca, que
malbaratan su argumento y estropean el placer lector. Las reflexiones que
ayunta sobre el poder absoluto son de una lucidez asombrosa, y resultan a la
postre lo mejor del texto, junto con su final enigmático. No diría que el tomo
resulte en su conjunto desdeñable, pero sí que me ha parecido tan sólo la
calderilla de un buen prosista.
Dos frases
para la reflexión: “La tesis de la igualdad de los hombres es el arma de los
mediocres para triunfar en el mundo y en la sociedad”. “La capacidad de amar es
incompatible con la de admirar”.
Es todo cuanto he anotado del volumen.
1 comentario:
En el instituto, mi profesor nos cambiaba las obras de Torrente Ballester por otro autor más acorde a sus ideas... El caso es que yo también le tomé manía a este autor, hasta que un día leí Los gozos y las sombras. Y caí rendida.
Besos.
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