Me sumerjo en la República literaria de Diego de Saavedra
Fajardo, en la edición que Francisco Javier Díez de Revenga preparó para la
Real Academia Alfonso X el Sabio de Murcia. Y descubro que la pieza me aporta
dos elementos sumamente interesantes: de un lado, informaciones valiosas sobre
los principales escritores de su entorno (a muchos de los cuales desconozco
aún); del otro, reflexiones muy agudas y muy inteligentes sobre el temperamento
humano, los intelectuales, la vida, la política y la religión, que he subrayado
en el tomo para tenerlas siempre a mano de forma destacada.
Copiarlas todas aquí me
parece menos sensato que anotar unas pocas y dejar que los lectores interesados
acudan al tomo para encontrar allí las restantes: “Por ser tú tan piadoso, oh
lector, hay tantos que escriben, prometiéndose de tu benignidad”. “Todos
procuran sacar a la luz lo que estuviera mejor en la oscuridad, porque, como
hay pocos que obren lo que merezca ser escrito, así hay pocos que escriban lo
que merezca ser leído; y tú, sin reparar en ello, consumes vanamente el tiempo
en leer, que se empleara mejor en escribir y meditar”. “Fuera feliz el hombre,
si como está en su mano el acordarse, estuviera también el olvidarse. La
memoria de los bienes pasados nos desconsuela, y la de los males presentes nos
atormenta”. “La brevedad de la vida, en quien casi se alcanzan los primeros a
los últimos suspiros”. “Todo el estudio de los políticos se emplea en cubrir el
rostro a la mentira y que parezca verdad, disimulando el engaño y disfrazando
los designios”. “No habiendo alguno grande sin mezcla de locura”. “Donde se
disputa es fuerza que haya valedores de todas las opiniones, por extravagantes
que sean”. “Fue muy alabado de discreto aquel rey de Francia, que cuando estaba
bueno daba grandes salarios a sus médicos, y se los quitaba cuando caía
enfermo”. “Tanto leer, tanto escribir, tanto meditar, para una poca luz que
venimos a dar al discurso”.
Como puede observarse, son unas sentencias llenas de interés, buen juicio y alta belleza. Y equivalen al diez por ciento de las que he subrayado en la obra. Queda aquí lanzada la invitación para que más personas se sumen a su lectura.
1 comentario:
Hola, Rubén:
Son sentencias magníficas que están en línea con las del "Oráculo manual" de Baltasar Gracián. La verdad es que ambos autores son coetáneos. Menudo grupo de escritores que en el XVII se juntaron en España.
Tu selección anima a bajar el libro de la estantería.
Un abrazo
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