lunes, 30 de agosto de 2021

La hora de los hipócritas

 


Había escuchado y había leído numerosas alabanzas de la novelística de Petros Márkaris y su comisario Kostas Jaritos, así que he agradecido mucho que mi mujer haya tenido la feliz idea de regalarme La hora de los hipócritas, que el sello Tusquets publicó en el año 2020 gracias a la traducción de Ersi Marina Samará Spiliotopulu.

Es una narración muy fluida y amena, en la que el ámbito policial comparte protagonismo con el ámbito familiar (Jaritos acaba de tener un nieto, y eso ha cambiado y enriquecido las relaciones con todo tipo de parientes, que acuden a ver al nuevo miembro del clan). Resulta así un volumen que me ha permitido disfrutar durante dos o tres días de un argumento actual y sugerente: los distintos asesinatos que va cometiendo un grupo que se autodenomina “Ejército Nacional de Idiotas” y que elimina a varias personas relacionadas con el mundo de la economía y la política griegas. En su investigación, Kostas Jaritos va a ir descubriendo conexiones de los fallecidos con paraísos fiscales, estadísticas manipuladas, intereses empresariales no siempre honorables, seres golpeados por el paro y por los desahucios, crisis económica y una profunda (aunque en ocasiones invisible) ira social.

Nos entrega reflexiones tan duras como cercanas, que leemos mientras tragamos saliva en silencio. Pondré un único ejemplo, de la página 339: “Somos nosotros quienes, proporcionalmente, pagamos siempre los mayores impuestos, mientras que otros encuentran invariablemente la manera de librarse. Somos nosotros quienes corremos el riesgo de quedarnos sin trabajo, sea porque consideran que nos pagan demasiado cuando tenemos cincuenta años y un futuro laboral limitado, sea porque tenemos que cerrar nuestras tiendas por culpa de la crisis. Somos nosotros los que hemos cotizado toda la vida a la Seguridad Social y ahora, cuando nos toca jubilarnos, nos recortan las pensiones en primer lugar y en cascada. No somos acomodados, no formamos parte del Estado clientelar, trabajamos duro y el Estado nos recompensa cargando el mayor peso sobre nuestras espaldas”.

¿Aún dudas sobre si sumergirte en esta obra? Me extrañaría mucho.

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