miércoles, 13 de enero de 2021

Caligrafía de la nieve

 


Antonio Marín Albalate. Caligrafía de la nieve. Poemas breves, como copos. Poemas de blancura, porque blanca es siempre la esperanza del amor. Poemas tristes, porque la espera a veces se tiñe abruptamente de amargura. Poemas donde aletea un lenguaje recortado, finísimo en su conceptismo, desnudo de oropeles, verdadero y erguido. Poemas como suspiros, como pensamientos congelados, donde todo está dispuesto con milimétrica precisión para emocionar desde la sencillez.

Leí este libro hace una década y quise releerlo más adelante, para mejor sentir su frío, su agua, su levedad. Se complicó la vida y el proyecto se fue dilatando, pero ya está aquí la hora. Los relojes siempre son memoriosos.

Subrayo sus juegos verbales (“Asombro y sombra”, “Verte como vértice”, “Hilo de hielo”, “almizcle en su mezcla”); trato de desentrañar los enigmas íntimos (¿Isa, Ana, Eva?) que algunos versos me dibujan como reto (“Digo las tres definitivas letras de tu nombre –consonante arropada por dos vocales–”); me entristece la aforística declaración de melancolía que impregna algunas líneas (“nieve negra lloro”).

Un libro que te va calando lentamente y te hace suyo.

Como la nieve.

1 comentario:

La Pelipequirroja del Gato Trotero dijo...

Irresistible, totalmente irresistible 😉💋